12 de octubre de 2008

Prólogo

A lo largo de la historia del rol, se han escrito infinidad de ambientaciones, si bien las dos más repetidas están en la cabeza de todo aquél que lea estas líneas: Fantasía Medieval y Ciencia Ficción.

La primera vertiente es probablemente la más jugada de todas. Mundos fantásticos, magia espectacular, monstruos míticos y héroes legendarios se daban cita en una ambientación tras otra. En la mayoría lo importante era transmitir al jugador la sensación de estar en un mundo más o menos creíble, pero que a la vez le diera la oportunidad de realizar acciones imposibles en situaciones y lugares que no pueden darse en la realidad. La ubicación en una época similar a la medieval solo reafirmaba esa construcción de un mundo improbable en el que la superstición y las creencias potenciaban todo lo ya mencionado, y el tratar de explicar las cosas suele estar tan fuera de lugar como en la época real equivalente.

Por otro lado, la ciencia ficción nos traslada a mundos peculiares y también fantásticos, pero con una gran diferencia: la mayoría de las ambientaciones se dan en un tiempo futuro. Esto trae otro tipo de posibilidades, ya que colocar la acción en un momento que todavía no ha llegado nos permite jugar con el conocimiento y proponer teorías más o menos creíbles que en principio no pueden ser falseadas con los conocimientos que tenemos hoy en día.

La pregunta es, ¿Por qué no combinar ambas? Es de suponer, que todas las leyendas surgidas en el pasado tenían una consistencia similar a las teorías de ciencia ficción que hoy en día pueblan la cabeza de los científicos y los guionístas de hollywood: ambas están basadas en lo que vemos, pero agarrándose a lo que nos falta por conocer. No es difícil comparar dragones con extraterrestres, la magia con la robótica o el poder de la mente, y la exploración espacial con el ansia de saqueo que produce una mazmorra abandonada, la diferencia solo está en la forma de afrontarlo: mientras la ciencia ficción duda en todo momento de sí misma, y trata de auto fortalecerse con teorías creíbles y lógicas, el rol de fantasía solo se enfrenta a un mundo que da por hecho. ¿Porque no construir un tiempo en el que, como en la realidad ocurrió, todas las leyendas estuvieran por comprobar? Esto tiene el problema de que, varios siglos más tarde, sabemos que la mayoría de las cosas tienen otra explicación. Vayamos más lejos. Abstraigamonos del tiempo en el que vivimos, trasladémonos a una época pasada, y escuchemos esas leyendas que no sabemos si son ciertas o simples cuentos de borrachos y sacerdotes. Escuchémoslas y salgamos a encontrarles sentido como probablemente algunos hicieron en su día. Después de todo, quizá en ese mundo los dragones o la magia sí que existan como tales...¿Quién sabe?

Ese espíritu, sin olvidarnos de la diversión y el entretenimiento puro y duro, es el que pretendemos conseguir con nuestra ambientación. Pretendemos que el jugador hable de dragones, magia y demonios, pero que no se los encuentre al doblar la primera esquina, y eso haga que los tema aún más. Pretendemos, simplemente, dar más importancia a la curiosidad del jugador por explorar ese mundo que por combatirlo. En esta ambientación la guerra y la religión se extienden por el mundo, pero no encontraremos orcos, enanos o elfos, los grandes monstruos siempre estarán en tierras lejanas y la palabra magia hará referencia a todo aquello que la mente humana todavía no pueda comprender. Sin embargo, toda leyenda tiene una base más o menos sólida, y el desenlace de dichas historias no tiene porque ser el mismo que en la realidad. Pero eso ya depende de otros...

11 de octubre de 2008

Aventuras en El Zulo

Hace casi 10 años, curioseando en una librería de mi localidad, la casualidad hizo que descubriera un libro que llamó enormemente mi atención. La creciente fiebre por la futura trilogía de El Señor de los Anillos había llevado hasta la tienda un ejemplar del antiguo juego de rol basado en la Tierra Media que editaba La Factoría, y sin pensármelo dos veces lo compré. He de reconocer que en primera instancia, la gran cantidad de tablas y números me sobrepasó, y el libro acabó aparcado en una estantería durante más de un año, pero con el paso del tiempo, y por que no decirlo, con el estreno de las películas, el interés resurgió, y en menos de un mes habíamos iniciado nuestra primera campaña.

Con el paso del tiempo, como director del juego, me aburrí de la Tierra Media, y comencé a diseñar un mundo hecho a mi medida en el que los jugadores pudieran encontrar lo que yo deseara, acomodándose a un nuevo espíritu bastante diferente a la tierra de Tolkien, pero inevitablemente inspirado en sus ideas. Poco a poco ese mundo fue creciendo, se llenó de lugares, pueblos e historias, pero el sistema de juego realmente no me agradaba como Master debido a sus interminables tiradas, infinitas tablas y larguísimas consultas, y acabamos aparcando el juego una vez más.

Varios años más tarde, retomo este proyecto que en el fondo nunca he dejado animado por una más que sobresaliente noticia: el nacimiento del reglamento de d20 genérico español NSD20, una nueva versión del sistema de siempre a la que se le han suprimido la mayoría de las cosas que, bajo mi punto de vista, restringían bastante la creación de personajes.

En definitiva, este blog ha sido creado con varios objetivos. Por un lado, el de servir de punto de encuentro entre mis jugadores y yo, ya que este será el lugar en el que tendrán disponible toda la información del mundo de juego ya creada y toda la que siga creando, desde fragmentos de historia a la descripción de los diferentes lugares. Por otro, aunque en menor medida, el de difundir mi ambientación y satisfacer la curiosidad de aquél que se interese por nuestro mundo y las aventuras que vayan viviendo los jugadores, de manera que si conseguimos que el que las lea se sienta identificado con ellas, habremos conseguido nuestro objetivo. Podíamos decir que se trata del Manual del Jugador de nuestra ambientación.

Solo remitiros a que estéis atentos,ya que en poco tiempo colgaré los primeros posts sobre la descripción y la historia del continente.

PD: No quiero cerrar el primer post sin hacer una referencia al blog del que claramente me he inspirado en lo referido al objetivo de este; un saludo para "LA MARCA DEL ESTE".